6.3.14

La Auditoría General de la Nación se hizo eco y publicó el primer informe realizado por Conforen sobre irregularidades en Aerolíneas Argentinas






El trabajo, que fue realizado por el ex perito de la Corte Suprema de Justicia Alfredo Popritkin, con la colaboración de Quintino Dell’Elce, Christian Petus y Santiago Solari, es un informe de contabilidad forense, basado en el último paper de la Auditoría General de la Nación (AGN) y en los balances e información contable publicados por Aerolíneas en un documento publicado –aunque de difícil acceso– en el sitio web de la empresa, el pasado 9 de septiembre. Allí, entre cuadros y textos que destacan el supuesto éxito de la gestión de Mariano Recalde en todos los planos, se muestra información patrimonial y financiera de Aerolíneas y Austral de los años 2008 a 2012, que están expresados en dólares y que nunca fueron controlados por la AGN.

Para consignar y preservar esta información, que podría comprometer a varios funcionarios ante la Justicia, Contadores Forenses labró un acta ante un escribano público y un especialista en informática que certifican la autenticidad de los datos recogidos. Recordemos: hace tres días, estas páginas fueron incorporadas a una investigación que lleva adelante el juez federal Luis Rodríguez, en la cual ya fueron imputados por el fiscal Ramiro González el ministro Julio de Vido, el titular de Aerolíneas Argentinas S.A (ARSA) Mariano Recalde y la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona. ¿Los supuestos delitos? Abuso de autoridad, violación de los deberes del funcionario público, malversación de caudales públicos y encubrimiento por el vaciamiento y la polémica administración de la empresa y las otras del grupo Aerolíneas (Austral, Aerohandling, Jet Paq).

Para empezar, los autores del informe recuerdan que desde que pasó a la gestión pública, en 2009, Aerolíneas recibió transferencias del Estado por 14.454 millones de pesos – Clarín pudo actualizar esta cifra en 16.797.802.621 pesos – de los cuales nunca hubo “una adecuada rendición de cuentas”, a punto tal que desde entonces la AGN debe “abstenerse de opinar” por falta de la información mínima para hacerlo. Tras el descubrimiento de los datos publicados en Internet, se preguntan por qué, si la contabilidad y las cuentas hasta el 2012 ya estaban completas, la empresa no las difundió. Y se responden: “Es obvio que la demora y ocultamiento de información forma parte de una estrategia tendiente a dificultar los controles, evitar las rendiciones de cuentas y, tal vez, para facilitar la comisión de fraudes e irregularidades ”.

Algunos números del agujero negro y sin fondo en que se convirtió la aerolínea de bandera: su déficit fue de 932 millones de pesos en 2008, de 2.392 millones en 2009, 2.311 millones en 2010 y 2.449 millones en 2011. Sin embargo, “los estados contables publicados muestran –de manera falaz– empresas prósperas, a la vez que ocultan o no reflejan la significativa asistencia financiera del Estado Nacional, ni la situación económica resultante de las transferencias realizadas. Se ha pretendido exponer a terceros que ARSA recibe inversiones provenientes de accionistas contentos, mostrar una apariencia de prosperidad que en realidad no existe.

”Las siguientes son las principales “transacciones irregulares y sospechas de fraude, susceptibles de ser debidamente investigadas” recogidas en el informe que está en manos del juez Rodríguez: Entre 2009 y 2012, Aerolíneas canceló 46 millones de dólares de deudas concursales correspondientes a la gestión privada. Esa suma, como también otros pasivos, debió ser recuperada, conforme las pautas de la normativa legal que dispuso la expropiación.

En 2010, la “previsión de juicios” en ARSA, por 260 millones de pesos, no pudo ser validada. Pero el balance publicado en Internet expone “previsiones” por 135 millones de dólares: hay una fuerte discrepancia de valores.

Entre 2009 y 2012 se agregaron 132 millones de pesos a la cuenta “otros créditos”. Se suele identificar con esta denominación a partidas pequeñas e irrelevantes. Pero cuando se trata de estas magnitudes es imprescindible explicitar a qué conceptos corresponden, a quién se la ha entregado tal suma de dinero o activo.

En 2012 ARSA realizó “inversiones” por 145 millones de dólares, cuya operación debería ser revisada, pues si se trata de colocaciones de dinero a renta, parece no ser el uso más adecuado, si se tiene en cuenta que la empresa, además, expone un saldo de “disponibilidades” por 120 millones de dólares adicionales. ¿Qué empresa privada que es financiada por ayuda pública, de un país escaso en recursos, puede mantener fondos no aplicados a la actividad específica por 265 millones de dólares?

En 2012 Aerolíneas adquirió activos “intangibles” por 8 millones de dólares. ¿Qué razones de peso pueden llevar a una empresa que atraviesa una grave crisis financiera y económica a “invertir” en activos inmateriales o etéreos, cuya justificación no se conoce?

Entre 2010 y 2012, la suma de deudas por pasajes sin utilizar subió en 198 millones de dólares. “Es una cifra demasiado grande. Una parte puede corresponder a pasajeros que compran tickets por anticipado, pero es posible que también se incluyan pasajes extendidos sin una debida contraprestación ”.

Austral tiene “una enorme y desproporcionada deuda con bancos y también con entidades financieras, que produjo un peligroso impacto en las finanzas de corto plazo, pasando de tener una liquidez muy ajustada, de 096 en 2010 –en un índice usual en el que la normalidad se ubica por encima de uno– a una situación insostenible (0,23 y 0,25) en 2011 y 2012.

Contadores Forenses, además, le sugiere al juez que ordene una veintena de medidas concretas para despejar la niebla que envuelve los números de Aerolíneas y sus empresas controladas. Se piden libros, documentos públicos, informes societarios y otras pericias.

Popritkin advierte que “desde que han asumido las actuales autoridades, no se practicaron inventarios detallados –como exige el Código de Comercio–, lo que facilita la desaparición de bienes y toda clase de activos, o bien la agregación de pasivos que no corresponden que las empresas los asuman o se hagan cargo.” Y concluye: “La gestión de ARSA ha sido ruinosa y deficitaria, además no tiene perspectivas ciertas de mejora.

Todos los indicadores contables son funestos.

El patrimonio es negativo.Año tras año arroja fuertes pérdidas, que las acumula sin límite. La situación de insolvencia obliga a la empresa, por ley, a su liquidación compulsiva –tal como lo advierte la AGN–, pero no lo ha hecho a pesar de los señalamientos realizados por el auditor.

ARSA no se sostiene por sí sola. Si se dificultara la ayuda pública, por alguna razón, o si modifica la política económica, correría serio riesgo la continuidad de la empresa”.

El auditor general de la AGN Alejando Nieva, sabueso de las débiles huellas que Aerolíneas permite rastrear, explica los resultados del trabajo de su equipo: “según las exigencias de la ley de Sociedades Comerciales, la empresa se encuentra en condición de liquidación.” Otro especialista en los números de la empresa es el senador radical Gerardo Morales, quien en octubre también presentó una denuncia ante el juez Rodríguez: “desde que el Estado tomó el control de Aerolíneas, en concepto de viejos impuestos impagos condonados y otras deudas se asumieron890 millones de dólares, que deberían reclamarse a Marsans (la empresa española a la que el Estado expropió la firma). El Poder Ejecutivo debía haber adoptado todas las medidas necesarias y que estuvieran a su alcance, no sólo para denunciar penalmente a los funcionarios de Marsans, sino también para recuperar el patrimonio afectado por una mala gestión. Sin embargo, desde entonces no se llevó adelante ninguna medida ”, dice Morales a Clarín.

“Ahora son De Vido, Recalde y su equipo quienes deben dar cuenta de su inacción”. Mientras, la plata se sigue yendo no se sabe dónde. Y no se va en tren, se va en avión.




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