Pericia Contable de los presidentes Kirchner
El contador Víctor Manzanares reconoció como arrepentido en la causa de los cuadernos, que la pericia contable fue laxa o liviana.
Lo justificó en que se manejaron con fotocopias o copias simples de boletos, escrituras, facturas y por la falta de contratos de locación.
Que surgía como irregular y llamativo que siempre operaban con empresarios cercanos a la obra pública y que les faltaba documentación de respaldo.
Quién observaba a simple vista las declaraciones juradas, advertía el esfuerzo por ingresar al circuito blanco, grandes sumas de dinero pagadas por esos empresarios cercanos, tanto en concepto de alquileres como por intereses.
En cuanto a los intereses pagados por el Banco de Santa Cruz, lo eran por tasas exhorbitantes, fuera de mercado. También registraron un préstamo de ese banco, que nunca fue documentado.
Los peritos contadores omitieron decirlo, pero ocultaron deliberadamente los nombres de esos empresarios y disimularon las irregularidades advertidas.
Aun ahora, Manzanares se esfuerza por no involucrar a los propietarios del banco provincial, perteneciente a la familia Eskenazi, quienes pasaron a ser propietarios del banco mientras Néstor Kirchner era gobernador.
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