30.11.13

El Senado Nacional propicia la "contabilidad creativa" con la media sanción del Código Civil

La contabilidad en la reforma del Código Civil
Los balances ya no reflejarán la verdad de las operaciones comerciales

Por Alfredo Popritkin[1]

La seguridad jurídica de las relaciones comerciales es el motor que favorece los negocios, el progreso de los individuos y de las empresas. La confianza en el crédito hace que las transacciones se expandan y los países crezcan.
En el año 1963 se incorporaron normas al Código de Comercio que potenciaron el rol de la contabilidad. Estas disposiciones constituyen un aliado al momento de plantearse litigios o cuando se realiza cierta clase de investigaciones sobre delitos económicos.
Por el contrario, la reforma del Código Civil, en trámite de aprobación en el Congreso Nacional, deja en el camino más de 50 años de tradición, que habían valorizado la contabilidad y los balances como prueba en los procesos judiciales.
En caso de aprobarse el texto que se encuentra en tratamiento, ya no será más requisito expresar la verdad en los resultados y tampoco se requiere hacerlo con veracidad al momento de confeccionar los balances. Estos requerimientos del Código de Comercio, se suprimen.
Bastará con realizar un cuadro verídico, es decir, algo más o menos cierto, o más o menos falso, que podría dar lugar a toda clase de maniobras contables.
También deja de ser necesario determinar con exactitud o precisión las cuentas de naturaleza financiera, que son aquellas que representan dinero. Esta situación facilitaría la comisión de fraudes, sin consecuencias para aquellas personas que los llevan a cabo.
Estos cambios traerán más de una discusión en los estrados judiciales y serán nuevos argumentos para justificar distorsiones de toda clase. En especial, cuando se realicen investigaciones de ciertos delitos, como administración fraudulenta, estafa, balance falso u otros, en que la contabilidad constituye su eje central.
Otro grave retroceso lo constituye la eliminación de los detalles en los inventarios de activos y pasivos, circunstancia que hará difícil probar los posibles vaciamientos de empresas o quiebras fraudulentas.
Por último, nos preocupa sobremanera todo cuanto se relaciona con el lavado de activos, pues su investigación por parte de expertos contables se podrá ver dificultada más aún con los cambios señalados, dado que constituyen nuevos escollos para combatir los graves delitos que le dan origen.


[1] Ex perito contador oficial de la Corte Suprema, contador forense e investigador de fraudes contables

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