La
contabilidad en la reforma del Código Civil
Los balances
ya no reflejarán la verdad de las operaciones comerciales
La seguridad jurídica de las relaciones comerciales es el motor
que favorece los negocios, el progreso de los individuos y de las empresas. La
confianza en el crédito hace que las transacciones se expandan y los países
crezcan.
En el año 1963 se incorporaron normas al Código de Comercio
que potenciaron el rol de la contabilidad. Estas disposiciones constituyen un
aliado al momento de plantearse litigios o cuando se realiza cierta clase de investigaciones
sobre delitos económicos.
Por el contrario, la reforma del Código Civil, en trámite de
aprobación en el Congreso Nacional, deja en el camino más de 50 años de
tradición, que habían valorizado la contabilidad y los balances como prueba en
los procesos judiciales.
En caso de aprobarse el texto que se encuentra en tratamiento,
ya no será más requisito expresar la verdad en los resultados y tampoco se requiere hacerlo con veracidad al momento de confeccionar
los balances. Estos requerimientos del Código de Comercio, se suprimen.
Bastará con realizar un cuadro verídico, es decir, algo más o
menos cierto, o más o menos falso, que podría dar lugar a toda clase de
maniobras contables.
También deja de ser
necesario determinar con exactitud o precisión las cuentas de naturaleza
financiera, que son aquellas que representan dinero. Esta situación
facilitaría la comisión de fraudes, sin consecuencias para aquellas personas
que los llevan a cabo.
Estos cambios traerán más de una discusión en los estrados
judiciales y serán nuevos argumentos para justificar distorsiones de toda clase.
En especial, cuando se realicen investigaciones de ciertos delitos, como
administración fraudulenta, estafa, balance falso u otros, en que la
contabilidad constituye su eje central.
Otro grave retroceso lo constituye la eliminación de los detalles en los inventarios de activos y pasivos,
circunstancia que hará difícil probar los posibles vaciamientos de empresas o
quiebras fraudulentas.
Por último, nos preocupa sobremanera todo cuanto se relaciona
con el lavado de activos, pues su investigación por parte de expertos contables
se podrá ver dificultada más aún con los cambios señalados, dado que
constituyen nuevos escollos para combatir los graves delitos que le dan origen.