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23.9.14

Contabilidad creativa con los fondos públicos: un Presupuesto irreal

El presupuesto nacional perdió su rol como instrumento de las finanzas públicas a partir de supuestos irreales y modificaciones discrecionales por parte del Poder Ejecutivo.

Plantea para 2015 un escenario optimista muy poco probable: crecimiento de la actividad económica de alrededor del 2,8%, niveles de inflación moderados cercanos al 14,5% y un tipo de cambio de $/US$9,45. Sin embargo, transcurridos 8 meses de 2014, la actividad económica se encamina a experimentar una caída del 2%, la inflación podría alcanzar un 37% anual y el tipo de cambio ascendería a $9,42 y el consenso de las proyecciones para 2015 difiere notoriamente de las estimaciones oficiales

Se estima un déficit financiero de casi -$50.000 millones. Sin embargo, las estimaciones indican que superaría los -$183.000 millones. El Gobierno debería reducir el déficit financiero de -$166.600 millones proyectado para 2014 a los $50.000 millones estimados para 2015; es decir, una inverosímil caída del desbalance fiscal de más del 70%.

Nuevamente, el Presupuesto 2015 indica que las rentas extraordinarias del Banco Central y el ANSES serán el respirador artificial de los desequilibrios fiscales del sector público nacional.

1.10.13

Manipulación contable que señala "Contadores Forenses" en la causa por enriquecimiento de Kohan

Contadores Forenses realizó un estudio de la causa, el juicio y la sentencia. En la nota publicada en el diario Perfil se resumen los principales aspectos que llaman la atención.
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A Kohan no le cierran los números

Por Alfredo Popritkin (*)
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Alberto Kohan durante el gobierno de Menem se compró un piso en Avenida Del Libertador, otro en la Avenida Coronel Díaz y una mansión en Acasusso. Se trasladaba con su familia en autos Mercedes Benz, BMW y Land Rover, veraneaba en Punta del Este donde tiene un lujoso departamento en la exclusiva Torre Jefferson.
Invirtió en la compra de un edificio en Puerto Madero, mediante una sociedad que formó con amigos. Tampoco le faltó la sociedad uruguaya –llamada Kingston- propiedad de la familia, con la que realizaron las transacciones que permitieron sortear impuestos y valores abultados de bienes en ese país.

Los ingresos de su cargo público y del registro automotor de su esposa no le alcanzaron para comprar los siete inmuebles, diez autos, un barco, una moto de agua y un exclusivo teléfono satelital de 12.000 dólares para mantener la privacidad de sus conversaciones. Todo ello durante los años que estuvo ligado al ex presidente Carlos Menem. Y esto es lo que el propio Kohan incluyó en sus declaraciones juradas, pues no se hizo una profunda investigación para saber si hubo omisiones o activos no declarados.

12.8.13

Oyarbide tuerce y manipula investigaciones contables


por Alfredo Popritkin[1]

Un juez penal debe buscar la verdad para lo que aplica las leyes. Además utiliza todo su conocimiento y experiencia, pero en sentido positivo, para el bien. No se debe dejar influenciar y actúa con ecuanimidad, independencia y objetividad.
Una semana atrás la Cámara Federal reprendió por segunda vez a Oyarbide en la causa Schoklender y lo apartó del caso. Es una de las más duras sanciones que puede recibir un magistrado. El tribunal no ahorró en adjetivos contra el juez.
Dijo que realizó una investigación defectuosa desde sus inicios, que hizo un direccionamiento erróneo de la causa y que perjudicó el descubrimiento de la verdad. Todo lo contrario a lo que debía cumplir como juez.
Oyarbide manipuló el expediente para llenarlo de papeles y diligencias inconducentes. Con sus maniobras de distracción quiso aparentar que investigaba, pero todo iba dirigido hacia la nulidad, tarde o temprano.
En materia contable, para que ningún experto lo condicione con un indeseado dictamen concluyente, en forma adrede dividió el estudio en tres partes, que encargó a policías, a peritos contadores y al Banco Central. En lugar de unificar, fraccionó, para así asegurarse un camino hacia "la nada". Qué diferente serían las cosas si esa picardía su señoría la usara para el bien.
Pero ya unos años atrás, en la causa que investigaba el presunto enriquecimiento ilícito de los presidentes Néstor y Cristina Kirchner, Oyarbide actuó mal. En aquella ocasión torció las evidencias, puso en boca de los peritos contadores lo que ellos nunca afirmaron. Los expertos señalaron numerosas observaciones que debieron dar lugar a una ampliación del peritaje. A pesar de ello, el juez forzó la interpretación, torció la realidad y dictó un meteórico e inapropiado sobreseimiento. Ese caso ya es materia de estudio de los investigadores de fraudes, pues contiene una cantidad de irregularidades que no tienen desperdicio.
La comisión de acusación del Consejo de la Magistratura analizó el comportamiento del juez. Por su contenido contable me presenté y rendí testimonio ante los consejeros. Pero entonces, una mayoría kirchnerista salvó a Oyarbide, quien previamente había salvado a los Kirchner. Una mano lava la otra.
Lo cierto es que la labor de la justicia no se encuentra bien representada por este juez, a quien solo lo sostiene la perversidad de un sistema que por el momento funciona a la perfección ante la mirada atónita de los ciudadanos.



[1] Nota enviada al diario Perfil, publicada el domingo 11 de agosto de 2013
Nota publicada en el Diario Perfil

5.8.13

Un juez manipulador de causas judiciales: Norberto Oyarbide, su señoría

La causa Schoklender fue manipulada por el juez instructor desde sus inicios. El fiscal lo notó, la cámara lo señaló en dos ocasiones y Contadores Forenses también lo hizo notar en este blog.

Se realizó una investigación defectuosa desde sus inicios que evidenciaba un direccionamiento erróneo de la causa. Se perjudicó el descubrimiento de la verdad. Esto lo señala ahora la Cámara Federal.

Pero ya en noviembre de 2011 ese tribunal señaló la ausencia de racionalidad en la búsqueda de la información, que conspiraba contra el éxito de la pesquisa. Que la investigación no estaba orientada al descubrimiento de los hechos.

En materia contable también lo venimos observando y haciendo notar, pues el juez dividió los peritajes encargando la tarea a tres organismos diferentes: Policía Federal, Banco Central, peritos contables. Divide y triunfarás: ninguna de las partes llegaría así a conclusiones que comprometan el resultado de la investigación, pues la única persona que tiene la atribución de interpretar los estudios contables es el juez. Con esa premisa obró Oyarbide hasta el presente.

En este blog se publicaron ocho notas sobre los aspectos contables del caso. En la última, de diciembre de 2012, ya aludimos a la estrategia de un juez cuestionado.

Sostenemos que el magistrado obró mal, torció la investigación para no llegar a un resultado objetivo y ajustado a la verdad. Ese accionar no solo representa un retraso en los tiempos judiciales, sino que implica un proceder inadecuado que debería analizar el Consejo de la Magistratura, haciéndolo de una manera imparcial.

Oyarbide ha empantanado la causa y será muy difícil remediar el retraso de la causa, el daño producido al sistema y a la sociedad en general.