Igual que el contador Manzanares en el enriquecimiento de los Kirchner, Boudou designó al contador de sus empresas, quien confeccionó las declaraciones juradas de impuestos y ante la Oficina Anticorrupción.
Los peritos de parte deben prestar juramento de decir verdad, y no lo pueden hacer aquellos que confeccionaron los balances y patrimonios sospechados, estados de contabilidad que son materia de investigación en distintas causas. Podrían ser imputados, pero nunca pueden actuar como "peritos", pues les comprenden las generales de la ley.
Contadores Forenses lo planteó en la causa Kirchner respecto de su contador, ante el juez Oyarbide, quien no se pronunció al respecto. Pasó que el contador Manzanares firmó la misma pericia con los peritos de la Corte Suprema. Este instrumento quedó viciado, porque ello no se podía hacer.
El Código Procesal Penal requiere que los peritos juren decir la verdad, lo que no se le puede pedir, ni puede hacer el contador Eduardo Dehault, pues él ya tomó posición y se pronunció como auditor de sus sociedades y como contador en las declaraciones juradas que preparó.
Dehault no se encuentra habilitado. No podría desdecirse a sí mismo y cambiar lo que ya firmó en los balances y consignó en sus trabajos profesionales. Por todo ello podrá ser nula la pericia, también pondrá en situación incómoda a los peritos oficiales de la Corte Suprema y accederá a información reservada en la causa sin estar por derecho en condiciones para ello.